viernes, 13 de abril de 2012

“Chicha” Mariani también pidió la pena máxima para el dictador Videla


Reclamó 50 años de reclusión en cárcel común. La querella dio por probado que Videla ordenó la apropiación de menores

(Fuente: Gerardo Aranguren / Tiempo Argentino)

La querella de María Isabel Chorobik de Mariani reclamó ayer 50 años de prisión en una cárcel común para el ex dictador Jorge Rafael Videla como el máximo responsable del Plan Sistemático de robo de bebés. La última querella en exponer fue la que representa al poeta Juan Gelman, que reclamó 21 años de prisión para Reynaldo Bignone y Rubén Franco por la apropiación de su nieta Macarena, y dio lugar para que hoy alegue la fiscalía.
Los abogados de la Asociación Anahí concluyeron ayer al mediodía su alegato luego de tres jornadas en la que acusaron a Videla por 20 de los 35 casos de apropiación que forman parte del proceso. Para la querella de “Chicha” Mariani, el ex dictador debería ser condenado como autor de genocidio pero aclararon que si el Tribunal Oral Federal 6 no lo permite “se lo condenará como autor se sustracción, retención y ocultación de un menor de diez años y de la supresión del estado civil, en 19 oportunidades, y como partícipe necesario en el caso de Macarena Gelman”, leyó el equipo de la Asociación Anahí.
Al especificar la pena, al igual que Abuelas y Alcira Ríos, reclamaron 50 años de prisión, la máxima pena establecida en el artículo 55 del Código Penal a partir de la reforma impulsada por Juan Carlos Blumberg en 2004. “Para aquellos que trabajamos día a día por la irrestricta defensa de los Derechos Humanos, la reforma del artículo 55 nos resulta un tanto incómoda, pero, por un lado resulta ser la ley vigente y en segundo lugar, que si en algún supuesto fáctico se justifica aquella escala punitiva sólo puede ser para casos de genocidio como aquí se ventilan”, argumentaron.
La querella consideró probado que Videla dio las órdenes “para que se llevaran adelante las sustracciones y ocultaciones de los hijos nacidos o por nacer de lo que consideraban el enemigo político, como así también el cambio de identidad para que sus familias no los pudieran encontrar”. 
Explicaron además que la apropiación de niños adquirió las características de un campo de concentración. “Al igual que los secuestrados, quienes fueron apropiados fueron despojados de su nombre, sus familias, su historia e ingresaron en lo que fue la continuación de los Centros Clandestinos de Detención: el hogar de los apropiadores. La única huella que conservaron de aquella herencia e historia fue su cuerpo y su sangre, que señaló en cada momento de sus vidas, la fractura que existía en el discurso de los apropiadores.”
Al finalizar la acusación, agradecieron a Abuelas y Madres por ser un “ejemplo de valentía y amor”, y leyeron unas palabras de Chicha Mariani, quien no pudo estar presente. “En este juicio ha quedado comprobada la existencia de la crueldad inhumana llevada a cabo con uniformes azules, verdes, blancos, pardos y también con negras sotanas. Toda está exhaustivamente comprobado, una y mil veces, por lo tanto, señores jueces, esperamos que la justicia aplique al fin la justicia tan dolorosamente esperada durante 36 años”, reclamó.
Por la tarde, las abogadas Lucía Gómez Fernández y Valentina Besana alegaron en representación del poeta Juan Gelman. Por cuestiones formales, la querella sólo pudo acusar a los integrantes de la última Junta Militar Bignone y Franco, por quienes pidieron 21 años de prisión como coautores mediatos de la apropiación de Macarena Gelman.


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