Reclamó 50
años de reclusión en cárcel común. La querella dio por probado que Videla
ordenó la apropiación de menores
(Fuente: Gerardo Aranguren / Tiempo Argentino)
La querella
de María Isabel Chorobik de Mariani reclamó ayer 50 años de prisión en una
cárcel común para el ex dictador Jorge Rafael Videla como el máximo responsable
del Plan Sistemático de robo de bebés. La última querella en exponer fue la que
representa al poeta Juan Gelman, que reclamó 21 años de prisión para Reynaldo
Bignone y Rubén Franco por la apropiación de su nieta Macarena, y dio lugar
para que hoy alegue la fiscalía.
Los
abogados de la
Asociación Anahí concluyeron ayer al mediodía su alegato
luego de tres jornadas en la que acusaron a Videla por 20 de los 35 casos de
apropiación que forman parte del proceso. Para la querella de “Chicha” Mariani,
el ex dictador debería ser condenado como autor de genocidio pero aclararon que
si el Tribunal Oral Federal 6 no lo permite “se lo condenará como autor se
sustracción, retención y ocultación de un menor de diez años y de la supresión
del estado civil, en 19 oportunidades, y como partícipe necesario en el caso de
Macarena Gelman”, leyó el equipo de la Asociación Anahí.
Al
especificar la pena, al igual que Abuelas y Alcira Ríos, reclamaron 50 años de
prisión, la máxima pena establecida en el artículo 55 del Código Penal a partir
de la reforma impulsada por Juan Carlos Blumberg en 2004. “Para aquellos que
trabajamos día a día por la irrestricta defensa de los Derechos Humanos, la
reforma del artículo 55 nos resulta un tanto incómoda, pero, por un lado
resulta ser la ley vigente y en segundo lugar, que si en algún supuesto fáctico
se justifica aquella escala punitiva sólo puede ser para casos de genocidio
como aquí se ventilan”, argumentaron.
La querella
consideró probado que Videla dio las órdenes “para que se llevaran adelante las
sustracciones y ocultaciones de los hijos nacidos o por nacer de lo que
consideraban el enemigo político, como así también el cambio de identidad para
que sus familias no los pudieran encontrar”.
Explicaron
además que la apropiación de niños adquirió las características de un campo de
concentración. “Al igual que los secuestrados, quienes fueron apropiados fueron
despojados de su nombre, sus familias, su historia e ingresaron en lo que fue
la continuación de los Centros Clandestinos de Detención: el hogar de los
apropiadores. La única huella que conservaron de aquella herencia e historia
fue su cuerpo y su sangre, que señaló en cada momento de sus vidas, la fractura
que existía en el discurso de los apropiadores.”
Al
finalizar la acusación, agradecieron a Abuelas y Madres por ser un “ejemplo de
valentía y amor”, y leyeron unas palabras de Chicha Mariani, quien no pudo
estar presente. “En este juicio ha quedado comprobada la existencia de la
crueldad inhumana llevada a cabo con uniformes azules, verdes, blancos, pardos
y también con negras sotanas. Toda está exhaustivamente comprobado, una y mil
veces, por lo tanto, señores jueces, esperamos que la justicia aplique al fin
la justicia tan dolorosamente esperada durante 36 años”, reclamó.
Por la
tarde, las abogadas Lucía Gómez Fernández y Valentina Besana alegaron en
representación del poeta Juan Gelman. Por cuestiones formales, la querella sólo
pudo acusar a los integrantes de la última Junta Militar Bignone y Franco, por
quienes pidieron 21 años de prisión como coautores mediatos de la apropiación
de Macarena Gelman.
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