Por Carmen Urzola Maldonado
Martín Balza, embajador Argentino en Colombia y ex jefe del Ejército, rindió su testimonio en la causa Plan Sistemático de apropiación de menores, a través de una videoconferencia, y afirmó que hubo método para el robo de niños durante la última dictadura.
La ronda de preguntas que inició el fiscal de la causa Martín Nikilson estuvo enfocada en intentar esclarecer la finalidad de la documentación recopilada durante la dictadura militar que, según dijo Balza, fue incinerada por orden de Cristino Nicolaides, y en la cual debían estar los datos tanto de los desaparecidos como de los represores.
“En 1985 tuve conocimiento de una orden emitida en noviembre de 1983 por el general Nicolaides. Quien la firmó fue el general Eduardo Calvi. El mensaje fue enviado a los comandos, ellos querían reunir toda la documentación para quemarla antes de la toma de posesión de Alfonsín para así borrar una memoria histórica”, relató el embajador.
“Yo hablé con el general Santiago Riveros para preguntarle puntualmente por Santucho, de quien dijo no saber nada. Durante mi carrera militar estuve en Campo de Mayo desde 1969, era Capitán, entre 1975 y 1978 estuve en Perú. Después de 1978, la seguridad en Campo de Mayo era sumamente estricta. Había un sector llamado ‘lugar de detenidos’. Allí mismo había residencias para los militares, creo que el general Nicolaides vivía en una de esas residencias”, continuó.
Además, Balza habló de un método de apropiación de niños: “Recién en el año 2000, cuando me citaron para declarar por el caso del médico Magnacco (imputado en esta causa), leí declaraciones de médicos, enfermeras y de un general, Benedetti. Allí me enteré de que mujeres daban a luz en Campo de Mayo. Los 105 nietos que han recuperado su identidad son la prueba de que hubo un plan sistemático de apropiación de niños”.
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