miércoles, 30 de marzo de 2011

El testimonio de la presidenta de Abuelas debió suspenderse por falta de luz

La declaración de la presidenta de Abuelas Estela de Carlotto debió suspenderse a la hora de haber comenzado por los reiterados cortes de luz en la sala de audiencias.

Carlotto relató la historia de Laura, su hija asesinada por el terrorismo de Estado, y, refiriéndose a los represores de la dictadura, subrayó que jamás imaginó que un grupo de seres humanos podían ser capaces de cometer semejantes atrocidades.

La última vez que estuvo con Laura, quien militaba y además estudiaba el profesorado de historia en la Universidad Nacional de La Plata, fue un domingo en un almuerzo familiar.

A poco de que secuestraron a Laura hicieron lo propio con Guido, el esposo de Estela. Lo detuvieron y lo torturaron. Para liberarlo Estela pidió una reunión, a través de un contacto, con Reynaldo Benito Bignone.

Una vez que quedó en libertad Guido, Estela mantuvo otra reunión con Bignone, esta vez por su hija Laura. En ese encuentro el dictador le dijo que no había que juzgar ni encarcelar a los subversivos sino simplemente matarlos a todos.

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